Boxeo a puño limpio: Boxing

La palabra “boxing” ya era utilizada en Inglaterra en el siglo XVI para referirse a una riña de puños. Pero la primera constancia de un combate de boxeo, como justa deportiva entre dos contrincantes, es de 1681, mientras que el primer uso de la palabra “boxing” para referirse al deporte, data de 1711.

 

En el siglo XVIII el boxeo se convirtió en una práctica deportiva de gran difusión en el Reino Unido y sus colonias, ingresando así a América. Durante dos siglos los combates se realizaron sin guantes (a puño limpio) y sin límite de tiempo, con el fin de organizar espectáculos de apuestas, conformando una práctica muy violenta, en las que habitualmente los púgiles resultaban seriamente lesionados o muertos. En esos primeros años los espectadores formaban un anillo (ring) alrededor de los combatientes, que solían ser varones, aunque también se realizaban luchas de mujeres e incluso animales.

En las primeras décadas del siglo XVIII, aparecieron en Londres personas que se autotitulaban “Maestros de Defensa” (Masters of Defense). En 1719, uno de estos “maestros”, el británico James Figg, se proclamó campeón de Inglaterra y retó a cualquier persona blanca a vencerlo, en el ring del anfiteatro que él mismo construyó en la Posada Greyhound, en Thame, Oxfordshire y luego también en Londres. Se estima que entre 1719 y 1730 o 1734 Figg realizó 270 peleas, ganando todas menos una. Figg muere en 1734 y el sucesor de Figgs fue Jack Broughton

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Broughton introdujo un enfoque técnico y metódico para la práctica del deporte, optimizando los golpes y 

desplazamientos. En 1741 venció a George Stevenson en un combate de 35 minutos, a resultas del cual Stevenson murió pocos días después. Inicialmente Broughton abandonó la práctica del boxeo, pero luego se convenció de que él mismo precisaba de reglas pensadas con el fin de evitar que los pugilistas sufrieran daños irreversibles.

De ese modo, el 16 de agosto de 1743, Jack Broughton dio a conocer en su anfiteatro de Tottenham Court Road, las primeras reglas del boxeo moderno, que serían conocidas por 

 

su nombre y que le valdrían el reconocimiento como “padre del boxeo inglés”.

Las Reglas de Broughton estaban integradas por siete reglas que eran obligatorias para los pugilistas que aceptaran boxear en su anfiteatro. Las reglas establecían el deber de retirarse a su propio lado del ring ante una caída del oponente; la cuenta de medio minuto luego de una caída para ubicarse en el centro del ring y recomenzar el combate o ser considerado “hombre vencido”; que sólo los púgiles y sus segundos podían subir al ring; la prohibición de arreglos privados entre los púgiles sobre el reparto del dinero; la elección de umpirespara resolver disputas entre los boxeadores; la prohibición de golpear al adversario cuando se encuentre caído, y la admisión de las llaves sólo por encima de la cintura.

Broughton también creó los cuadriláteros de boxeo elevados y el uso de guantes en los entrenamientos y demostraciones, para acolchar los golpes. Las Reglas de Broughton se mantendrían en vigencia, con algunas modificaciones, hasta 1838, cuando fueron reemplazadas por las Reglas del London Prize Ring.

En este período se introdujo el boxeo en Estados Unidos. El primer boxeador estadounidense del que se tiene noticias fue Bill Richmond (1763–1829), un afroamericano nacido esclavo, conocido como “el Terror Negro”, quien sólo perdió una pelea en 1805, cuando con 41 años, combatió contra el entonces campeón mundial Tom Cribb, para ser derrotado en el asalto 60. También se destacó por entonces Tom Molineaux (1784-1818), un esclavo de Virginia que compró su libertad con sus ganancias en el boxeo y que también perdió con Cribb en 1811.

En 1838 la Asociación Británica para la Protección de los Púgiles (British Pugilists’ Protective Association) estableció un nuevo conjunto de reglas para el boxeo, que se difundieron rápidamente por Gran Bretaña y Estados Unidos. Las nuevas disposiciones tomaron como base las reglas de Broughton, y fueron conocidas como “Reglas del London Prize Ring”, que se traduce como Reglas del Boxeo por Dinero de Londres.

Las Reglas del London Prize Ring de 1838 estaban integradas por 23 reglas. Las mismas establecían un estándar para la construcción de los rings de 24 pies (7,3m) de lado, los asistentes de los púgiles y sus funciones para atenderlos, los umpires y referee, la reglamentación de los “rincones”, los 30 segundos del púgil caído para volver al centro de ring listo para reiniciar la pelea, y diversas prohibiciones como la de ingresar al ring durante el progreso del asalto, la de los asistentes de dirigirse o agredir al púgil adversario, de golpear con la cabeza, de golpear al adversario caído o con una rodilla en la lona, de golpear bajo la cintura, de utilizar los dedos o uñas para dañar al contrincante, de patear, etc.

Las Reglas de London Prize Ring mantuvieron el boxeo a puño limpio, pero introdujeron la posibilidad de que cada boxeador pudiera apoyar una rodilla en la lona para detener la lucha durante la cuenta de 30 segundos, con el fin de permitirle una mejor recuperación. En 1853 las reglas del London Prize Ring fueron ampliadas, y en 1866 se establecieron las “Reglas Nuevas” sancionadas por la recién creada Pugilistic Benevolent Society.

Durante la era del pugilismo a puño descubierto no existió el boxeo aficionado. Los combates se realizaban siempre por el “premio” en dinero que se ponía en juego -de allí el término prize-ring-, y los espectadores realizaban apuestas que se pagaban en el acto. La actividad siempre había sido ilegal, pero había sobrevivido porque tuvo gran apoyo popular y porque lo habían apoyado muchos hombres influyentes.

Tampoco había variedad de categorías según el peso de los púgiles. Había sólo un “campeón”, que solía ser uno de los más pesados. El término “peso ligero” comenzó utilizarse a principios del siglo XIX y a veces se organizaban combates entre los hombres más ligeros, pero no había un campeonato específico para ellos.

El boxeo a puño limpio “por el premio” se limitó a los países anglosajones y si bien en el siglo XVIII los principales boxeadores fueron británicos, en el curso del siglo XIX Estados Unidos fue desplazando a Inglaterra, tanto como lugar principal de los combates como por el origen de los boxeadores más destacados.

Hacia mediados del siglo XIX, sin embargo, la decadencia del boxeo a puño descubierto era evidente y de ese modo el pugilismo a puño limpio fue desapareciendo lentamente. En 1882 los tribunales ingleses decidieron, en el caso R c. Coney, que una pelea a puño limpio constituía un asalto criminal causante de lesiones, sin importar que hubiera existido consentimiento de los participantes.

El 8 de julio de 1889 se realizó la pelea Sullivan-Kilrain, considerada la última pelea de campeonato a puño descubierto, con el triunfo del primero. Precisamente el estadounidense John L. Sullivan es considerado un puente entre el boxeo a puño limpio y el boxeo con guantes, siendo el último campeón mundial de aquel y el primero de éste.

 

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